En un mundo perfecto, no existiría la envidia,
no habría lugar para los celos,
nadie se enojaría
Viviríamos en paz con nuestros cuerpos,
sólo nos dejaríamos guiar por el alma,
nuestra mente estaría calma
y podríamos dedicarnos a querer sin restricciones,
a amar la vida como tal,
a expresar los sentimientos sin que nadie se avergüence o se aproveche de ellos.
En un mundo perfecto un "Te quiero"
significaría cariño, comprensión y expresarle a la otra persona que siempre puede contar con nosotros.
En ese lugar nadie te miraría extrañado por ser diferente,
sólo habría comprensión.
Allí nadie caminaría sólo, ni se sentiría así,
porque todos formaríamos parte de una gran familia,
de una comunidad hecha por lazos afectivos y no por obligación.
Tampoco habría diferencia de edades,
tal vez hasta seríamos incorpóreos
etéreos, impalpables,
sin esta muda de carne que nos impide desarrollarnos en nuestra totalidad.
Así no habría diferencias, seríamos todos iguales,
sin edad, sin maquillaje, sin pretensiones económicas.
Y liberados de todo podríamos dedicarnos a querer y sin queridos,
sin preocupaciones.
Pero en este sitio donde me tocó nacer...
todo se malinterpreta... las palabras hieren, engañan
Y yo me quedo, como siempre, con mi corazón dañado.
Seguramente pertenezco a otro universo, porque sigo pensando:
que el amor es posible,
que la gente es buena,
y que el mundo puede cambiar.
El universo es el mismo, sólo que estás del lado de los soñadores. En ese lado es en el que prevalecen los sentimientos que valoras. Los sectores no están separados por vallas infranqueables, por eso es inevitable algún que otro tropiezo, alguna que otra herida... Es la vida...
ResponderBorrarLo que me decís es real. Soy una soñadora nata, aunque a veces me golpeo con la cruel realidad, sigo insistiendo que hay lugar para los sueños. Gracias Peregrino!
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