domingo, 4 de agosto de 2013

A la vera

A la vera...


Allí está, tendida.
Yace a la vera, de la muerte de su amor.
Gime, se encorva,
pero no logra que cese su pesar.
Los ojos le duelen de tanto llorar,
su cuerpo le grita basta,
su corazón le implora,
su mente lucha, contra viento y marea.
Inventa mil y un excusas
que ya casi no encuentra.
Qué haré ahora, que mi amor ha muerto?
No existe la vida sino es con él.
No escucha sonidos, está sumida en silencio,
le ruega a Dios,
suplica, implora,
sacude la cabeza hacia los lados,
desgarra su ropa,
no comprende.
Se hace preguntas de imposible respuesta.
Sólo queda una cosa por hacer,
vivir con su recuerdo
muy adentro, escondido
y acunarlo cada noche
para mantenerlo vivo.


Lo escribí el 30/07/2013, mientras manejaba de vuelta del trabajo y escuchaba Calle 13... puf!

Me encanta...